Saturday, September 5, 2009

Sin Partido Político

Escuchar la voz de Víctor Raúl Haya de la Torre trae recuerdos de niñez que pensé perdidos para siempre. Eran los años 70, mi padre ostentaba una larga cabellera, barba y bigote frondosos como una mata en medio de la selva que eran esos años de hippies asolapados y gobierno militar en el Perú. Era interesante verlo vestido de saco y corbata rígidos como una escultura de metal de lunes a viernes y vistiendo jeans, polos y botas cortas los fines de semana, llevándome cargado en un brazo al lado de su queridisimo Toyota Corona color celeste como el cielo que rara vez se ve en Lima pero que abunda en la sierra nuestra.



Lo poco que sabia del mundo fuera de casa se lo debía a el, verlo contento cuando el gobierno militar al fin termino y llevarme con apenas 10 años de edad a la Casa del Pueblo mientras ejercía su derecho a voto en el partido que escogió. Mi inocencia y timidez me decían que seria interesante ser parte de los grupos de jóvenes militantes cuando tuviese la edad correcta, mi padre era parte de eso y me decía a mi mismo que seguro estaba bien. Mas cuando el partido llego al poder y paso lo que paso mi padre no regreso mas a esa Casa, su carnet si existe debe estar escondido en algún rincón de su casa, nunca mas he vuelto a ver ese carnet, nunca mas mi padre volvió a hablar del APRA en buenos términos, incluso quizás creo que hasta negaría haber sido parte de el si le pregunta un extraño por la calle.

La división política era un asunto familiar, mi abuelo paterno decía ser del Partido Popular Cristiano, mi madre de Acción Popular, mi abuelo materno (dicen las leyendas familiares que estudio con Luis Alberto Sánchez y que incluso fueron amigos por algún tiempo) que ya descansaba en paz para ese entonces creo que se inclinaba por el Frente Democrático Nacional (partido que llevo a José Luis Bustamante y Rivero a la presidencia), y claro mi padre era Aprista. Con un entorno tan variado y con discusiones alturadas, un muchacho como yo no podía tener una reacción mas obvia que optar por ser apolítico. Jamas me incline por un partido político cuando estos eran representativos y ahora menos por lo que llamaría movimientos "oportunisticamente" políticos, lo mas que hice fue ir a una marcha del FREDEMO por tan solo seguir a mis amigos. Con todo esto a cuestas y lo ocurrido en la resiente historia peruana no me queda mas que concluir que mi vida esta mejor sin un partido político.

Apoliticamente.

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