Halloween invade mis sueños

Casi con ansiedad infinita despierto hoy mas temprano que de costumbre y las imágenes aun están frescas entre las penumbras de la volátil memoria adormecida. Las palabras de reclamo y disgusto aun resuenan en mis oídos pero no tanto como los gritos de horror al ver a mi madre con un brazo seccionado. Ella reclama que sus joyas han sido vendidas, la perpetradora insiste en que obtuvo buenas ganancias por la venta de las mismas y que a ella - a mi madre - ya no le eran de utilidad por la ausencia del miembro derecho. Sonríe levemente y mientras agradece el involuntario regalo entre las sombras se dibuja su rostro: es mi tía.

 (De la fotógrafa Jennifer Laughlin)

Un sobresalto me lleva a otra habitación, quizás en otro tiempo, creo que despierto pero no es mas que la ilusión dentro del sueño mismo. Todo parece normal, converso con un grupo de antiguos amigos y conocidos, gente que no veo hace mucho tiempo. Me extraña, sospecho que es un sueño pero todo parece tan real y tan normal. De pronto noto que uno de ellos esta sangrando y se limpia con unas toallas blancas, luego los otros hacen lo mismo, sangran pero no se inmutan. Les increpo y la discusión comienza, me acusan de ser el responsable pero solo respondo que son mis toallas nuevas las que están manchando con su sangre. Se alejan aun sangrantes y me veo rodeado de toallas ensangrentadas mientras noto que empuño un cuchillo goteando precisamente sangre.

(De la pelicula Koreana Face)

A lo lejos grito que ya no salgo mas con ellas. ¿Quienes son ellas? Un sentimiento de culpa llena todo mi cuerpo. Un rostro gigante de mujer indefinido me persigue. No me puedo mover. Ahora se que estoy soñando pero no puedo despertarme. El rostro se acerca, retumba el suelo, crujen las paredes, se abre paso entre los muebles, ya llega. Crece la angustia y me engulle. Quiero que Sarah me despierte, volteo y esta ahí a mi lado pero ella no ve ese rostro enfurecido que se avalancha sin piedad. Grito auxilio pero nadie me oye, es mas, en realidad no tengo voz. Indefenso y con el rostro alcanzándome de pronto abro los ojos. Finalmente he despertado, estoy a salvo, al menos hasta esta noche que vuelva a dormir.

Ansiosamente.