Es triste ver como el fracaso de la reunión en Copenhague de
la COP15 2009 muestra que ponemos por delante nuestros propios intereses en lugar de los del planeta. De igual forma veo, a la distancia, como los intereses de la clase política se anteponen a los intereses de todo un país, en este caso me refiero al Perú. Y es aún mas doloroso ver como nosotros, el pueblo peruano, hacemos tan poco por evitar que la clase política siga sangrando al Perú y a todos nosotros; con un derroche de dinero casi orgásmico como el que le ocurre al pobre toro cuando sangra por tener encima al cóndor mientras un improvisado torero se deleita con un pase haciéndose de la vista gorda ante el horrendo espectáculo. Nada mas y nada menos que una actualización de la
Yawar Fiesta, la
Fiesta de la Sangre, del siglo XXI.
En esta ocasión la inspiración llego de pronto al leer
la columna de Fritz Du Bois del día de ayer en Perú 21. Y el retoque lo proporciono
el post de Rafo León en su blog Dueño de Nada, matizado con
la nota de La Vanguardia a Gustavo Gorriti. Estas últimas referencias llegan a usted gracias al auspicio del blog
La voz a tí debida de Pedro Salinas. Y olé!
Fiesteramente.
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