Tuesday, March 16, 2010

De paseo por Lima (4)

Un paseo por Lima que se respete no puede dejar de visitar el centro histórico, es decir La Plaza de Armas - o debería decir Plaza Mayor - y alrededores. Así que hoy me arme de valor, deje mis pocos valores en casa (entiéndase reloj, anteojos, celular y cámara digital), no me bañe porque ya sabia que terminaría todo sucio y apestoso, y puse cara de delincuente para despistar a los que si los son. Felizmente, mi hermana tuvo la gentileza de llevarnos en su auto hasta el mismísimo centro de Lima, cosa que yo no hubiera hecho de tener un auto como el suyo, tampoco es que tenga un Audi o BMW, pero al menos esta bien cuidado, quizás demasiado.

Luego de lidiar con el trafico y encontrar al fin un local de parqueo (playa de estacionamiento para nosotros los peruanos) caminamos rumbo a La Plaza Mayor. Merodeamos por varias tiendas y galerías, compramos algunas chucherías, recuerdos y artesanías a precios módicos. En el proceso me di cuenta que no estábamos vestidos como para despistar a nadie, era obvio que no eramos turistas extranjeros, pero asiduos al centro tampoco. Según me dijeron, la seguridad en los alrededores de La Plaza Mayor ha sido reforzada en los últimos tiempos, lo cual explica que haya visto a los transeúntes andar medio despreocupados y sin abrazar sus pertenencias como si quisieran pegárselas a la piel. Esto último es algo que celebro y espero se mantenga, aunque no podría decir lo mismo de los alrededores del Palacio Legislativo ni del Mercado Central.


Lo otro que note fue la abrumadora presencia de personas de la tercera edad sentaditos en las bancas de La Plaza Mayor, mientras que varios turistas extranjeros daban vueltas por todas partes, tomaban fotos y llevaban sus mochilas o carteras colgadas delante de su cuerpo. Supongo que ellos han sido advertidos de tener cuidado con sus pertenencias aun en plena Plaza Mayor. También dimos una pasadita por el frontis del Palacio de Gobierno, espere ver a Alan García para darle algunas de mis quejas pero parece que sabia que yo estaba por ahí porque no había indicios de él. Ja! Luego terminamos en la Iglesia de San Francisco para rezar como siempre lo hacemos cada vez que vengo a Lima, hasta que fuimos expectorados no muy gentilmente por un fraile - si, esos que solo visten sandalias y hábito - al indicarnos que no se podía estar dentro del templo usando shorts (pantalones cortos). Gracia a Dios ya habíamos terminado de rezar. Amen.

Como el hambre apremiaba y ya había pasado la acostumbrada hora del almuerzo, no tuvimos mejor idea que dirigirnos al Barrio Chino, a la mismísima calle Capón a degustar de unos potajes al paso. Si pudiera les daría el nombre del local, pero todo lo que se es que es una tienda ya antigua, sin mesas y con tan solo dos bancas para acomodar a 6 comensales. Esta se encuentra ubicada casi en la esquina de las calles Andahuaylas y Capón. Ahí casi puedo asegurar que probaran los mejores Min Pao, Har Gau (jacao) y Siu Mai de todo Lima, ademas de una exquisita chicha morada. Ya con el buche lleno, una rápida inspección por algunas galerías me deleito la vista con lo ultimo en decoración para el hogar, películas de la India y muñequitos de todos los Animes habidos y por haber. Sin duda alguna, de todo hay en el Centro Histórico de Lima, lastima que la limpieza y el orden estén aun ausentes.

Centricamente.

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